A medida que su coche tiene más kilómetros, la caja de cambios y sus componentes pueden desgastarse y finalmente romperse. Dependiendo de la causa del fallo de la transmisión, hay varias maneras de repararla y hacer que vuelva a funcionar. En el presente artículo explicaremos cómo hacerlo y detallaremos las causas o razones que provocan que se rompa.

¿Se puede reparar una caja de cambios?

La reparación de una caja de cambios existente puede ser una forma rápida y rentable de devolver la disponibilidad de su proceso al 100%, en comparación con una unidad de sustitución. Sustituir una caja de cambios no es una tarea sencilla: para muchos, con las piezas a mano, es un día entero de trabajo. El gasto de la reparación de la transmisión de la caja de cambios varía según el vehículo, pero es caro: entre 1.000 y 5.000 euros si se va a sustituir completamente.

¿Cómo se repara una caja de cambios?

El proceso consta de los siguientes pasos:

Paso 1

Comprobar el líquido de la transmisión en el compartimento del motor. Consulta el manual de instrucciones de tu coche para determinar qué depósito de líquido del compartimento del motor es para el líquido de la transmisión y añade más si es necesario. Si el líquido está bajo, puedes tener problemas para cambiar de marcha y puedes oír el chirrido de los engranajes cuando lo hace. Esta es una de las reparaciones más económicas que puede realizar, pero puede no resolver todos los problemas.

Paso 2

Reemplaza uno o más sincronizadores de engranajes problemáticos que son responsables de colocar los engranajes individuales en la transmisión. Estos tienden a desgastarse más rápido en los coches de transmisión manual. Tu sincronizador puede estar desgastado si encuentras resistencia al empujar el coche en la marcha o si escuchas algunos ruidos fuertes durante los cambios ascendentes y descendentes. Si no se atiende con tiempo, esto puede dañar gravemente el resto de la caja de cambios.

Paso 3

Comprueba que el diferencial y los componentes de la transmisión funcionan correctamente, ya que interactúan directamente con la caja de cambios de tu coche. El bajo nivel de líquido del diferencial, los diferenciales desgastados y los ejes de transmisión rotos pueden contribuir a un mal funcionamiento de la caja de cambios y a la suavidad de los cambios. Considera la posibilidad de sustituir estos componentes si se diagnostica que son los culpables para ayudar a reparar tu caja de cambios.

¿Es el embrague o la caja de cambios?

Hay una sencilla prueba que se puede realizar para identificar cualquiera de los dos. Apaga el motor y mira si se puede seleccionar una marcha. Si puedes hacerlo, normalmente se trata de un problema de embrague; si no puedes, el problema está en la caja de cambios o en la conexión de la caja de cambios.

¿Cuáles son los síntomas de una caja de cambios defectuosa?

Si encuentras vacilación o resistencia al poner el coche en marcha o un movimiento brusco al cambiar de marcha, es una señal de que algo va mal en el sistema de transmisión. También si escuchas ruidos inusuales, hay fugas de líquido y un olor a quemado.

¿Cómo saber si la caja de cambios necesita ser sustituida?

Las siguientes señales indican que tu caja de cambios necesita ser sustituida:

- Luces de advertencia en el salpicadero: luz de control del motor

- El coche no entra en la caja de cambios

- Fugas de líquido y niveles bajos continuos

- Tu coche hace ruidos fuertes y estrepitosos, incluso cuando está en punto muerto

- Huele algo fuera de lo normal.

¿Qué causa la rotura de la caja de cambios?

Las averías de la caja de cambios pueden deberse a problemas fundamentales de diseño, defectos de fabricación, deficiencias en el lubricante o en el sistema de lubricación, un tiempo excesivo de parada, una carga elevada y muchas otras razones.

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