¿Como revisar los niveles de tu vehículo?
Sin los fluidos, el motor del vehículo puede, desde alcanzar temperaturas demasiado altas hasta friccionar rompiendo sus piezas. Descubre cómo mantener los niveles adecuados en todo momento.
20/04/2019
Compartir en redes sociales
CÓMO COMPROBAR CADA UNO DE LOS NIVELES DE NUESTRO VEHÍCULO.
El motor de un coche funciona friccionando constantemente unas piezas con otras a grandes velocidades y a altas temperaturas. Si estas piezas no se encuentran perfectamente engrasadas, pueden producirse roturas o lo que se conoce como “motor gripado” que no es otra situación que piezas que se han “fusionado”, debido a esta fricción a mucha temperatura.
La comprobación de los niveles de aceite se lleva a cabo introduciendo una varilla que encontrarás junto a la cajetilla del motor (normalmente con el asa en blanco o amarillo para su rápida localización) dentro del depósito de aceite. La marca que deje la parte superior de la mancha deberá quedar entre los testigos (dos bandas marcadas que indican el nivel más bajo y más alto recomendado).
Esta tarea debemos realizarla con el coche estacionado en un llano, sin ningún tipo de desnivel que pueda alterar el resultado por la inclinación, así como con el motor en frío.
Precisamente por las altas temperaturas que, respecto al aceite del motor, indicábamos que se alcanza dentro del capó de nuestro vehículo, el líquido refrigerante es otro de los niveles que debemos tener presentes en todo momento.
En este caso, hablamos de un fluido que, al contrario que el aceite, no se consume, por lo que la revisión (que se puede hacer a nivel ocular simplemente contemplando el depósito y sus marcas) está encaminada a que no se produzcan fugas o no haya exceso que pueda producir una sobrepresión en el circuito.
Si fuera necesario el recambio, debemos hacerlo siguiendo la tipología de refrigerante que nos indique el manual del fabricante del vehículo, con el coche estacionado y sin que el motor haya estado en funcionamiento, ya que nos quemaremos al abrir el depósito.
Gracias a este líquido, los giros de dirección se realizan de forma suave y sin brusquedades o “crujidos”. Se comprueba su nivel de forma similar al del aceite (con una varilla medidora), y en el caso de que se encuentre por debajo de la marca recomendada, deberemos reponerlo siguiendo las instrucciones del fabricante.
En este caso el coche no cuenta con un testigo en el salpicadero que nos alarme sobre un nivel bajo, pero lo notaremos cuando la dirección está más dura de lo normal, sentimos ruidos al realizar los giros o el volante no vuelve a su posición natural con la misma rapidez.
El líquido limpiaparabrisas es el que menor nivel de alarma produce cuando se encuentra a un límite bajo, no debemos olvidarnos de que unas lunas que ofrezcan la visibilidad adecuada son fundamentales para la seguridad al volante.
Por ello, jamás debemos obviar estos pequeños detalles que permiten una conducción segura. Además, es uno de los controles dentro de la inspección ITV por este mismo razonamiento, por lo que otro motivo por el que no olvidarnos de él.
La forma más natural de notar que debemos rellenar el líquido limpiaparabrisas es quedarnos sin él. Cuando ocurra deberemos abrir el capó y localizar el depósito que se marque con el símbolo de un parabrisas. Podemos rellenarlo con agua destilada, pero ésta reduce su eficacia y no siempre retira los restos, aunque las escobillas estén en buen estado, por lo que lo recomendable es usar un producto específico.
Al igual que el líquido refrigerante, se trata de un nivel que no se consume, por lo que si se marca como bajo (contamos con un testigo en el salpicadero), se deberá a dos razones fundamentalmente:
Las pastillas de freno se están desgastando: lo cual significa que debemos cambiarlas y aprovechar para nivelar el líquido.
Existe una fuga en el circuito: lo cual es una situación de riesgo por la cual debemos ir de urgencia al taller.
El cambio de líquido de frenos se hace de forma similar al de aceite en cuanto cuenta con una marca de máximo y otra de mínimo, pero sin varilla de medición. Si mediante la inspección ocular no somos capaces de distinguir el nivel, lo recomendable es que balanceemos mínimamente el coche para producir un leve movimiento que nos lo marque. En el caso de que sigamos sin poder determinar el nivel, lo aconsejable es acudir a un taller especializado, ya que es síntoma de un nivel bajo o muy bajo.
Volver al listado